Posible si es si sonyar se quisiera alcanzar en ti la esencia que presume venir rota la creencia qué en vivir existe lo que consiste la esencia de medir en tu centro el universo que se rebela como el camino que encumbra al hombre en conciencia de asentir el planyir de tu llanto dulce de derrama de presencia del infinito qué asume verdades disueltas en salino cristal de tu rostro en procedencia.
Y, vino hasta mi y ya no y este hecho echó dolencia a un corazón qué ambiciono mares de conciencias en dramas perdidos de trascendencia de poética creación y suenyos de ausencia.
En el viento de la manyana qué arrastra la palabra a lomos de los cabellos qué galopan en pamzas de nubes envueltas en ilusión, de aquel
que despierta arrastra la emoción del poeta que encuentra en el vacío corazón y no puede ser más trágico aquello qué encumbrar mi dulce pasión qué el huir dolido de un tiempo qué busca solución y no sabe qué la eternidad se durmió.
Albricias de ti es alcanzar un poetico desenlace qué relance la pasión y alcance el instante de cuidar mi verso envuelto en trino de arrullo sonoro de el hombre dormido en mi cuerpo que trasciende su miseria al instante de partír mi lágrima en tu lagrima sin mi presencia y, esta tortura supera el existir de quien vive y muere en el destierro ausente de ti.
....no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen.
sábado, 17 de mayo de 2008
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