No puede alcanzar quien no ambiciona en el momento presente el instante ausente qué perdona qué seas probable y no indiferente. Y roto el corazón se abre una flor en explosiona dulces pétalos de caricias vagos y deformes de nostalgia, y no pudo el alma, pintar más retazos qué los que un pincel alcanza en sus inconscientes trazos a romper en la línea de la nostalgia miles de abrazos qué no me pertenecen, que se han olvidado, que se adormecen, qué se han borrado, como se disuelven lunas opalinas en ansias de suenyos cumplidos de enamorado. Y, como entender este vacío como un todo creado en ausencia de ti para alcanzar esos espacios imaginarios qué te pertenecen y el tiempo ha robado.
A ti debo mi silencio y mi presente en mi pasado.
...no le busques sentido, no lo tiene.
maestro zen
sábado, 17 de mayo de 2008
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