Aquello que no es, empieza a ser...
Siente que es posible caminar en el aire, o abrazar lo infinito en una fuerza inconmensurable que solo responde a la ternura y al abandono de los pensamientos en los dedos de tus manos.
Sientate.
Cruza las piernas.
Siente...
Siente donde estas se tocan.
Respira, respira, respira hasta que ya no respiras sino que es el universo el que te respira besando tus labios y sellando vida con vida.
Al aire lo llaman 'prajna' que es sabiduria.
Imagina que el aire estuviera inmerso de infinitos agujeros negros de infinita fuerza que algunos llaman sabiduria. Y tu abres tus brazos, las palmas de las manos arriba, abrazando un aire de infinitos agujeros negros de sabiduria.
Quiero que, ahora veas, el aire denso.
El aire es la playa y prajna, la arena. Y, lo mismo que haces montones, con ella, en el movimiento ahora, de tus manos, comprimes el aire y condensas en montones imaaginarios, monticulos de acumulación de conciencia. Es, como si lo positivo fuera negativo y, aqui, negativo se entiende, como capacidad de recibir, estando vacua, infinitos corpusculos como granos de arena de playa de serena conciencia.
Con estas ideas, y, de forma lenta, pasa las mano, de la extendida forma, a otra que condensa hasta llegar a 'gasso', posicion similar a cuando las manos rezan en el orar cristiano, pero dejando entre ellas un espacio que es vacio de conciencia abrazado.
El transito hazlo lento, como si, en vez de andar, se detuviera.
No, pienses, siente, tiembla y en ti el universo, en oración, se conmueve.
...no le busques sentido, no lo tiene.
miguel mochales, maestro zen
sábado, 17 de mayo de 2008
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